LA SONRISA.
La sonrisa es una expresión de significado universal. Se produce al flexionar los músculos cigomáticos o risorios que se encuentran cerca de los extremos de la boca y alrededor de los ojos.
La capacidad de sonreír constituye una de las diferencias fisiológicas que existen entre el hombre y los demás animales. Según diferentes estudios podemos afirmar que la sonrisa es una reacción involuntaria a determinados estímulos y que se produce sin importar la cultura, la raza ni la edad. Tampoco es una reacción que uno aprenda, sino que nacemos con ella, ya que los niños a los pocos días de su nacimiento ya ofrecen sus primeras sonrisas. Incluso los niños ciegos sonríen al nacer.
Cuando sonreímos, nuestro cerebro recibe una señal indicadora que pone en marcha mecanismos para que produzca endorfinas, unas hormonas que son segregadas por diferentes partes del organismo y que tienen la función de reducir el dolor físico y emocional y de darnos una sensación de bienestar.
La sonrisa influye de muchas maneras en nuestra vida. Genera actitudes positivas, abre muchas puertas, nos facilita el camino para llegar a los demás...podemos también apuntar que la sonrisa reduce el enfado entre las personas e incluso con uno mismo, distiende las discusiones y merma el efecto de algún error cometido.
Según las investigaciones existen varios tipos de sonrisas:
La "sonrisa de Duchenne", llamada así por el investigador Guillaume Duchenne, es la sonrisa más común; involucra el movimiento de los músculos cigomátios mayor y menor, cerca de la boca, y el músculo orbicular, cerca de los ojos. Se cree que la sonrisa de Duchenne es producida como una respuesta involuntaria a una emoción genuina, por eso se le puede llamar una "sonrisa genuina".
La "sonrisa profesional", es una ronrisa que se expresa para mostrar cordialidad, llamada así por David Foster Wallace.
La "sonrisa telefónica". Sonreír mientras se conversa por teléfono parece ser una manera de transmitir amabilidad y aunque lógicamente, la persona que está al otro lado del teléfono no puede ver nuestra sonrisa, si que puede percibir el tono cálido de nuestras palabras y de nuestra voz provocados por nuestra sonrisa.
La "sonrisa de compromiso". Sonrisa que en un momento dado podemos utilizar de forma gentil.
Te propongo un ejercicio. Cuando estés enfadado o enfadada, ponte delante de un espejo y sonríe. Pueden ocurrir dos cosas. Una, que pienses "que tonteria estoy haciendo..." y comiences a reir de verdad. Dos, que al forzar la sonrisa poco a poco se vayan poniendo en marcha los procesos cerebrales necesarios para inducir la segregación de endorfinas y comiences a sentirte mejor.
Poema anónimo:
Una sonrisa no cuesta nada y produce mucho.
Enriquece a quien la recibe,
sin empobrecer a quien la da.
Dura tan sólo un instante,
pero su recuerdo es a veces eterno.
Nadie es demasiado rico o demasiado poderoso
para poder prescindir de ella.
Ni nadie es demasiado pobre
para no merecerla.
Una sonrisa da felicidad en el hogar,
apoyo en el trabajo y es el símbolo de la amistad.
Una sonrisa da reposo al cansado
y anima a los más deprimidos,
reconforta a los desanimados
y es el mejor antídoto contra los problemas.
No puede comprarse, prestarse, ni robarse,
pues es algo que no tiene ningún valor
hasta el momento en que se da.
Y si alguna vez te tropiezas con alguien
que esté demasiado cansado para dar una sonrisa,
sé generoso y dale la tuya.
Porque nadie tiene tanta necesidad de una sonrisa
como el que no se la puede dar a los demás.
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